Passo Manghen desde Molina di Fiemme

Hecho varias veces y mi dolor de ciática siempre me ha hecho parar al menos una vez. Después del puente es muy duro para mis 80 kilos, pero volveré a intentarlo.

La primera vez más de dos mil, el Manghen es un mito. Subida con una vieja Wilier de acero, siempre con treinta detrás. Los primeros diez kilómetros son tan duros como una subida normal, luego se pone feo con varios picos en torno al 15％ y un tramo de cien metros que oscila en torno al 18％, para llorar. Las curvas cerradas parecen no tener fin y sólo la vista del Val di Fiemme y las altas cumbres de los alrededores distraen un poco del cansancio. Enorme. En la cima, tantas montañas como quieras. Toda una experiencia.

Mi primera vez por encima de los 2000 metros, aprovechando una carretera con un firme precioso, solitaria, silenciosa y rodeada de árboles centenarios. La primera parte es más fácil, luego la subida se empina después del puente sobre el Río Cadino, tras unos 6 km de ascenso. A partir de ahí quedan los 10 km más duros, con una pendiente media siempre en torno al 8％-9％, un poco más en la parte final, pero con una subida que no es imposible porque es muy regular: sólo las últimas rampas son realmente empinadas (señal 15％ al llegar al puerto) pero a estas alturas ya está hecho y cuando empezamos a vislumbrar la luz sobre nosotros desde el otro lado el entusiasmo está por las nubes.
13 curvas cerradas en la belleza de Val di Fiemme y desde la cima una visión del otro lado, la Valsugana.
Recomendado.

Bonita subida, quizás demasiado para mí después de 60 km y 1600 metros de desnivel en las piernas. Los últimos 5 km, más o menos, nunca bajan del 10％ y llegan hasta el 15％. El final un calvario, pero en la cima se olvida rápidamente el esfuerzo realizado