Strada di Bagno Vignoni desde Bagno Vignoni

Este es el tipo de subida con el que sueña (¿o tiene pesadillas?) el ciclista medio. La superficie es la típica grava blanca que conocemos de la Strade Bianche. Se sale bastante cerca de la pintoresca Bagno Vignoni. Al girar a la derecha, se sabe inmediatamente qué hora es. Las pendientes se mantienen en los dos dígitos. Si te queda algo de energía para mirar a tu alrededor, asegúrate de hacerlo porque el entorno es realmente hermoso. Directo de un libro de imágenes de paisajes toscanos. El tráfico no es imposible, pero es casi inexistente, salvo para los senderistas y ciclistas que siguen la vía Francigena. Cuando casi has llegado, por fin se estabiliza y hay una bajada pronunciada en la que hay que tener bastante cuidado. No puedo decir mucho malo de la subida, excepto quizás que hay que cruzar una carretera de enlace muy transitada durante aproximadamente un kilómetro para llegar a Bagno Vignoni (a menos que bajes primero la subida y luego vuelvas).