Col du Festre desde Saint Disdier

En una palabra, esta subida es hermosa. No esperes gradientes asesinos, para eso tienes que ir a otra parte. Sólo una suave subida a través de un desfiladero que poco a poco se transforma en un apacible bosque. A lo largo del camino vi ciervos, jabalíes y muchos lagartos. No había mucho tráfico hasta justo antes del paso. Unos dos kilómetros antes del final, se gira hacia una carretera más grande. Todavía hay algunos coches allí. En la parte superior hay un bar donde se puede tomar un café y un sándwich. El agua se puede rellenar en Agnières.
La superficie de la carretera es buena. La bajada en el otro lado es bastante recta y eso se presta a velocidades de vértigo. Ojalá hubiera montado un 54, entonces podría haber ido aún más rápido. Puro placer cuesta abajo este.