Dollerupvej por Dollerup

No es la subida más bonita de la zona, pero hay que probarla cuando se está en ella. El comienzo es corto y empinado, seguido de un corto descenso antes de una larga y agotadora última parte, que duele si has esprintado la primera parte como yo hice. A la derecha, después de la bajada, hay una iglesia donde se pueden llenar los bidones si hace calor en verano, como cuando yo subí. Ese día recorrí 25 km y bebí 1,5 litros, así que hacía mucho calor y me alegré de que la iglesia estuviera allí. En general, no es tan buena como otras subidas de la zona, pero es una de las que hay que probar si se pedalea por Dollerup.